Dentro del análisis
transaccional existe el triángulo dramático creado por S. Karpman donde
establece que cada persona asume un rol de manera inconsciente, ya sea rol de
salvador, víctima o perseguidor, donde existen transacciones, estos roles son
aprendidos en la infancia, en la familia y en la escuela.
El rol de salvador. Actúa bajo
el influjo de culpa y sentirse superior, la persona da importancia a las
necesidades de los demás, su percepción interna es que la otra persona lo necesita
por el cual asume responsabilidades, dado que esa persona no puede solucionarlo
por su propia cuenta.
El rol de víctima. Actúa bajo el
influjo de resentimiento, en este rol puede existir una víctima autentica
cuando el infante depende de los adultos y la no autentica cuando la persona
puede cambiar su situación, este rol se caracteriza por que la persona tiene
una baja autoestima, resentimiento contra la vida que le hace sufrir y los
salvadores que la incapacitan.
El rol de perseguidor. Actúa
bajo el influjo de agresividad, desean satisfacer sus necesidades y actúa bajo
su propio interés. Existen tres tipos, activos que pasan por encima de otros,
los negativos que castigan y los pasivos ponen en serios apuros.
Al extremo estos roles la
victima puede llegar al suicidio, el perseguidor al homicidio y el salvador
enfermar psicológicamente y físicamente.
Siempre que se interpreta un rol
se termina por sentirse mal la persona, y buscan cambiar el rol. El salvador a
víctima, la víctima a perseguidor o salvador y el perseguidor a salvador. Estos
roles hacen referencia a que no hay madures emocional.
Hay que crear nuevos roles para
poder salir del triángulo dramático, como el triángulo ganador por Acey Choy.
El rol ayudador empático.
Requiere conocer los límites de ambas personas, de dar la ayuda o herramientas
necesarias para que la otra persona pueda resolver sus problemas o
dificultades, buscando su independencia.
El rol responsable. Requiere que
la persona tome conciencia de que es el único que puede solucionar sus
problemas, si no puede, busca otras soluciones con ayuda propia, profesional o
familiar sin pasar la responsabilidad.
El rol asertivo. La persona
cubre sus necesidades representando los derechos propios como de los demás,
puede utilizar la negociación para cambiar y mejorar.
Todo profesional o persona puede
entrar en el juego del triángulo dramático, cuando uno se evalúa o se siente
mal, se tiene que identificar y asumir si se ha entrado y luego buscar y
aplicar una estrategia adecuada para interrumpir el juego, unas de las opciones
son, ser asertivo, repuestas inesperadas, connotación positiva, sentido del
humor, parar la entrevista y analizar, hablar con franqueza y negociar.
Fuente: Aplicaciones prácticas, Lluis
Camino Vallhonrat, Barcelona 1998
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